lunes, septiembre 10, 2007

Un peatón agonizando... recostado sobre el capó, la cara sobre el parabrisas resquebrajado, astillas del vidrio lastimando la expresión idiota de quien no alcanza a comprender, los ojos desorbitados, la boca abierta, las manos y brazos vertiendo delgados arroyos de sangre pura y roja... y en el aire cientos de papeles de oficina abandonados a los caprichos de una brisa inexplicable. Avenida vacía, escenario gris del cemento bañado por la cálida luz del sol de un otoño a las ocho de la mañana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Va por los últimos posts...el escudo justicialista, pa!!!!


Pintos.

se vieron por casualidad

- y quien lo dice, el reserva moral de la nación - "la" reserva - matate, tinaja de roble! - débil hepático! pasaron 3 horas así

otoño

otoño