jueves, septiembre 25, 2008

proyecto de ley


Nº de Expediente 7251-D-2006 Trámite Parlamentario 187 El Senado y Cámara de Diputados,...
Artículo 1°.- Institúyase el primer Domingo de Octubre de cada año como 'Día Nacional de la Parrilla', a fin de promover el reconocimiento permanente de nuestra tradición asadora. Artículo 2°.- La fecha mencionada queda incorporada al calendario de actos y conmemoraciones oficiales de la Nación. Artículo 3º.- El Poder Ejecutivo realizará la mas amplia difusión de la celebración a través de los mecanismos de comunicación oficial.
Articulo 4°.- Invitase a las Provincias a adherir a la celebración dando, en el ámbito de su jurisdicción la más amplia difusión a la celebración. Articulo 5º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.
Fundamentos
Señor presidente: La iniciativa de instituir el primer Domingo del mes de Octubre de cada año como 'Día Nacional de la Parrilla', tiene por objeto otorgar el reconocimiento permanente del símbolo por excelencia de nuestra gastronomía, 'la parrilla'.
Nuestra tradición asadora debe ser protegida y promocionada a nivel nacional como una forma de rescatar la cultura y las costumbres de nuestro país. La difusión de estos valores reafirma nuestra 'identidad nacional'.
En este sentido debemos posicionar a la parrilla como experiencia de pacer y de alta gastronomía, que valorice los elementos característicos del territorio nacional, respete la biodiversidad y la nturaleza y exalte el origen y la tipicidad de productos de nuestro país como la carne y el vino.
Son variadas las expresiones artísticas que hacen mención a este acontecimiento tan relevante en nuestra cultura nacional. Atahualpa Yupanqui en su 'Coplas del payador perseguido', remarcando el carácter social e integrador del asado, dice:
'Con permiso via a dentrar
aunque no soy convidao,
pero en mi pago, un asao
no es de naides y es de todos.
Yo via cantar a mi modo
después que haiga churrasquiao'.
Por otra parte, Juana Manuela Gorriti confecciono hacia el año 1890, un maravilloso recetario de cocina popular argentina; en el cual dscribía un minucioso y detallado procedimiento para trozar, condimentar y preparar el asado argentino. 'El asado' puede significar un punto de reunión, una celebración de la amistad, un homenaje al invitado etc, convirtiéndose en un ámbito propicio para la transmisión oral de diferentes temáticas de la cultura popular que ha sido transferida de generación en generación con particularidades propias de cada región pero con un mismo significado.
La ceremonia del asado no distingue entre campo y ciudad; -guardando en ambos- los mismos rasgos característicos que lo consagran como el acontecimiento gastronómico por excelencia y ocasión del culto a la amistad.
De esta forma, la proclamación y celebración del 'Día Nacional de la Parrilla', se vislumbra como una forma de mantener vivo el 'espíritu del asado'.
La camaradería y la concordia que se crean en el ritual del asado son un ejemplo universal de serena convivencia social, un modelo de fraternidad que desde Argentina debe posicionarse hacia el mundo entero como un mensaje de paz y armonía.
Cabe mencionar que la elección del día propuesto no obedece a ningún hecho o hito histórico que la justifique en particular, en tanto y en cuanto todas las fechas son buenas cuando de proponer esta celebración se trata. Es por ello, que a fin de promover con la mencionada conmemoración este acontecimiento tan arraigado en nuestra idiosincrasia como único en el mundo entero, es que solicito a los Señores Diputados apoyen con su voto la aprobación del presente proyecto... GIRO A COMISIONES EN DIPUTADOS: CULTURA - LEGISLACION GENERAL FIRMANTES: WEST, MARIANO FEDERICO. telefono : 6310-7100 MWEST@diputados.gov.ar mandato desde el 10/12/05 al 10/12/09

miércoles, septiembre 24, 2008

Mensaje educativo de una película de canal ocho, un sábado en trasnoche.

"Cuando los hombres de ciudad conocieron el automóvil, los hombres del campo competían por mejorar las razas de los caballos. Cuando los hombres de ciudad comenzaron a conocer la velocidad y los mecanismos automatizados (un avance tan revolucionario como la tecnología digital) la gente de campo conoció el menosprecio.

La guerra no tardó en aparecer. Fábricas de automóviles contra criadores de ganado; el Ford T vs. Mr. Ed, el frente siderúrgico/petrolero vs. el oligopolio terrateniente de la ganadería y jockey club.

El ganador, como todos saben fue el mercado del automóvil, que terminó corrompiendo al vanidoso hombre de campo, enajenándolo con la pick up".*

*de "La cosa es así, nomás" ensayo de José Luis Ludueña. 1997. Editorial Pernococho.

miércoles, septiembre 10, 2008

lunes, septiembre 08, 2008

El loco del colchón

Durante más de 25 años, Gustavo Rafael Malvasio fue un vecino respetado de barrio Inaudi. Casado y con cinco hijos, tenía un taller mecánico con el que mantenía a toda la familia. Religiosamente, cerraba en enero para ir a cosquín. Atendía una clientela fija, pero siempre había alguno nuevo, que caía por el boca en boca. Trabajaba a la mañana, cortaba para almorzar y hacer la siesta. No ganaba gran cosa, así que la familia vivía con poco, pero no se metía en nada raro.

Un día, un conocido cayó preguntándole si sabían donde reparaban colchones. Un resorte había roto la tela, había que arreglarlo, nada del otro mundo. Lo miró, Gustavo Rafael se daba maña y se le animó...

-Dejalo, te lo arreglo yo

-Pero si vos nada que ver, yo pensé que me podías decir quien arregla estas cosas

-Por eso, dejalo, yo

-¿vos? ¿estás seguro?

-Dejalo

Así arregló su primer colchón. Se entusiasmó. Se le abrió un panorama que no imaginaba. Compró insumos, instrumentos de costura, parches, tela, resortes, etc. Dejó de atender los autos. No cumplía, quedaba mal parado ante sus viejos clientes, pero por contrario, se le empezó a llenar el taller de colchones de todo tipo. Al principio le resultaba increíble la cantidad de gente con necesidad de reparar colchones y somiers. Cuando vio que el tema seguía creciendo, se le despertó el músculo emprendedor. Había encontrado lo que siempre leía en el suplemento económico de la voz que otros encontraban: un nicho del mercado.

Precisamente, le estaba yendo muy bien. Al principio venían del barrio, o conocidos de conocidos. A los meses el "Sanatorio de las Camas" recibía una amplísima variedad de productos: de espuma de poliuretano, resortes o hasta de agua, con base rígida o boxspring. La clientela venía de los barrios más lejanos y pudientes y hasta de localidades cercanas.

Se le empezaba a dar: contrató gente, hizo cambios en el taller (Sanatorio de las Camas, de autos no quedaba nada), en la casa, en la familia, en los pechos de su mujer.

Más plata, un mejor pasar, vacaciones en el mar... al fin, después de toda una vida miserable estaba mejor. Se capacitaba por Internet, iba a cursos de marketing. Comenzó a presentarse como “especialista en el descanso ajeno”. Asesoraba, daba consejos para dormir, posturas, horarios, tipo de colchón según masa corporal y actividad probable. Al final, creía conocer más a sus clientes: “muéstrame donde duermes y te diré quién eres”, pensaba a menudo cuando llegaba a alguna conclusión sobre la actividad sexual o la postura de descanso, la relación de un matrimonio, o el período de menstruación de una mujer según los pliegues, zonas de mayor desgaste, manchas o rebote del colchón.

Y esto lo fue perdiendo.

El repentino éxito que iba cosechando, el talento y los conocimientos que iba desarrollando, pero sobre todo la extraña habilidad de determinar peculiaridades de sus clientes a partir de sus colchones, nublaron su mente.

La obsesión lo carcomía. Comenzó a seguir a la gente para comprobar sus hallazgos. Espiaba, se metía en casas ajenas, escuchaba conversaciones de alguna mujer, revolvía la basura. Siempre mantenía oculto este vicio que iba consumiendo su tiempo y su mente. Al final, terminó de la peor manera: tarde y sin vuelta atrás. Una alarma y el guardia de un barrio cerrado lo metieron en cana, un perito lo caratuló como psicópata obsesivo y la denuncia de una menor lo encerró por más de 25 años. Hoy cumple condena mientras remienda con historias y deducciones las colchonetas de tres pabellones.

lunes, septiembre 01, 2008

Decía Vicente Maltus que la Vendimia de Mauritania era la mejor fiesta popular que se tuviera noticia desde los "agapes truculentos de los visigodos". Sus incursiones y viajes le habían dado a probar experiencias notables a lo largo de la fisonomía terrenal: había degustado placeres en el castillo del conde húngaro Konsënn, había consumido los hongos licérgicos glormeromicetes, en las ruinas del pueblo magyar, había participado de orgías tribales en las islas Saldivar del sur y de los sacrificios de fuego para Moloch Baal, entre los cananitas tradicionalistas... Pero nada superaba, según su criterio, la Vendimia mauritana...
Mi trabajo es arduo y demanda mucho tiempo de preparación, esfuerzo, concentración, voluntad y buena fortuna. Me refiero a que a veces me cruzo con una guerra, una elección fraudulenta, una sesión deliberante importante, humo blanco del vaticano, un terremoto en babilonia o un nuevo libro de Jorge Cuadrado y muchas otras cosas que suelen suceder y concentra la atención de mi público. Mi querido público... mi trabajo no es sencillo, a pesar de lo que piensan algunos...
Mi vida no es perfecta, sin embargo, puede decirse que soy feliz, tan feliz como podría ser un rinoceronte si lo dejaran caminar libre por la 27 de abril a la altura de la Plaza Italia. De todos modos, a veces hay gente que pasa mucho tiempo en el Central Azul y eso no cuenta para nada. Hay cosas que no son justas... como el vacío epistemológico del último longplay de Sergio Dalma.
Textos e ilustraciones de: "Toda la vida pechando, no estoy solo..." La obra del pelado de la plaza...

mascotas


se vieron por casualidad

- y quien lo dice, el reserva moral de la nación - "la" reserva - matate, tinaja de roble! - débil hepático! pasaron 3 horas así

otoño

otoño