Decía Vicente Maltus que la Vendimia de Mauritania era la mejor fiesta popular que se tuviera noticia desde los "agapes truculentos de los visigodos". Sus incursiones y viajes le habían dado a probar experiencias notables a lo largo de la fisonomía terrenal: había degustado placeres en el castillo del conde húngaro Konsënn, había consumido los hongos licérgicos glormeromicetes, en las ruinas del pueblo magyar, había participado de orgías tribales en las islas Saldivar del sur y de los sacrificios de fuego para Moloch Baal, entre los cananitas tradicionalistas... Pero nada superaba, según su criterio, la Vendimia mauritana...
Mi trabajo es arduo y demanda mucho tiempo de preparación, esfuerzo, concentración, voluntad y buena fortuna. Me refiero a que a veces me cruzo con una guerra, una elección fraudulenta, una sesión deliberante importante, humo blanco del vaticano, un terremoto en babilonia o un nuevo libro de Jorge Cuadrado y muchas otras cosas que suelen suceder y concentra la atención de mi público. Mi querido público... mi trabajo no es sencillo, a pesar de lo que piensan algunos...Mi vida no es perfecta, sin embargo, puede decirse que soy feliz, tan feliz como podría ser un rinoceronte si lo dejaran caminar libre por la 27 de abril a la altura de la Plaza Italia. De todos modos, a veces hay gente que pasa mucho tiempo en el Central Azul y eso no cuenta para nada. Hay cosas que no son justas... como el vacío epistemológico del último longplay de Sergio Dalma.
Textos e ilustraciones de: "Toda la vida pechando, no estoy solo..." La obra del pelado de la plaza...
1 comentario:
Muy atrevida su afirmación sobre el long play de Sergio Dalma. Usted sigue siendo un bocazas.
Pintos.
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