viernes, enero 14, 2011

la vida es un embotellamiento en hora pico


confuccio es un chofer del R11 que sueña escotes y conmueve con parrilladas. un cospel vale por una vuelta de carrusel en la plaza españa, una sesión de spa y un baile de cuarteto en el dakar. cree en las segundas marcas, en las gaseosas tamaño familiar, en la pizza con queso cremoso y en las conservadoras en las piedras del fantasio, en la camiseta celeste, en el recibo de sueldo y en el perro viejo que enterró en el 75 en el patio de la casa de alberdi. nunca dejó gente a pata, y si alguna vez le pasó, esa noche no durmió bien. las otras veces se fue acostumbrando. ya no putea, sabe que en la calle no tiene nombre y se volvió indiferente a las raspaduras. sólo cede el paso a los trolebuses y después se desquita.

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antes esto se iba a titular "morir de a poco o todo junto", ahora ya no sabe nada

No es retórica. Ni se si es pregunta, pensaba. se sentía sin ganas de vivir, tampoco de morir. la vida se le parecía cada vez más a una muer...

otoño

otoño