martes, mayo 29, 2007

comentario que vino de viejo, recordado por cierto comentario mucho más acertado y dicho por una persona mucho más lúcida, pero que decía lo mismo...

El imbecil saca pecho cuando no saca ideas. Sube el tono y te invade con las manos. El imbecil lo sabe sin darse cuenta de lo que hace. Le sale así pero quiere que salga así. El imbecil no maneja un discurso apropiado, por eso tapa las voces ajenas.
El imbecil piensa en términos básicos, el bien contra el mal. Indefectiblemente el imbecil se siente el bien. Su bien es El Bien.
El imbecil no se da cuenta que se lastima cuando ataca, ni se da cuenta que ataca. Es una defensa preventiva.
El imbecil es paranoico y sufrido, teme por sus propios deseos. Los más reprimidos, los más ocultos. El imbecil quisiera querer de verdad, entregarse, sentir y no puede. El imbecil se defiende de un ataque ausente, su defensa es el único ataque. No puede ser feliz.
Vive cansado, el imbecil se siente agotado y piensa que todo depende de él. El imbecil se siente un poquito mártir. Sueña con el reconocimiento de la gente y despierta con la indiferencia o el asco que despierta en los demás. El imbecil sufre y se defiende, otra vez.
El imbecil no puede salir. Piensa que es así, que es su forma de ser, que la gente no cambia. Es absoluto. O estás a favor o en contra del imbecil, nunca podés permanecer independiente.
Cuando el imbecil tiene poder, reina el silencio. Frente al imbecil, la gente no habla, hasta las miradas se disimulan. Apenas se existe. Los temas nunca son importantes o trascendentales. Se dice cualquier cosa, para alejar pensamientos, para disimular, para no evidenciar los gestos. Porque el imbecil mira, se persigue y decodifica todo y a todos en su patología y ahí entonces se defiende... preventivamente.

No hay que perder el tiempo. Hay que alejarse del imbecil.

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se vieron por casualidad

- y quien lo dice, el reserva moral de la nación - "la" reserva - matate, tinaja de roble! - débil hepático! pasaron 3 horas así

otoño

otoño