
Arrancarle la bombacha. Regalale flores robadas de los jardines de babilonia. Consumidos o domingueros. Vas a recordar cada día que ya no podrás morir de amor. Nunca más podrás mentir. Tu bodega hasta el culo de burguesía y urbanidad no te alcanzará para embriagar tus frustraciones de ganador venido a menos.
En tu ejecutivo sillón que nunca te queda, dejarás de encontrar siempre la forma de sentirte seguro. Bajo juramento de muerte presagio tu fin. Ningún contacto auspiciará tu fracaso, ninguna tetona sonreirá mostrándote el escote.
No habrá nalgas súbditas y presurosas por tus deseos.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario