Este cincuentón panzón y bajito emprende su lucha en los confusos territorios del bien y el mal institucional. Con su trajecito y el canoso jopillo tiene la misión de ordenar las cosas, limpiar las alimañas que azotan a las buenas costumbres sobre la faz organizacional.
Lo guía su profunda convicción de justicia y la añoranza de "aquellos tiempos bonitos en que la gente respetaba los valores esenciales de la nación y la cristiandad..."
"Hoy todo aquello perdido, se vuelve deber moral no descansar un minuto para volver atrás el camino erroneo tomado, el camino de las mentiras y el libertinaje"
Su misión es por las nuevas generaciones, las que aún no han sido contaminadas, y evidentemente su debilidad más secreta son las jovencillas que pasean ante sus ojos y le recuerdan sus años mozos, aquellos años cuando colaboraba en el grupo católico de muchachos y muchachas con valores, que ayudaban al prójimo y sin duda es el lugar donde adquirió valores hondos como la familia, el bien y la justicia de Dios…
Las jóvenes estudiantes de la universidad le recuerdan esos tiempos de juventud y también le atormentan porque ya se le pasó la primavera, el verano y el otoño despega sus últimas hojas…
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se vieron por casualidad
- y quien lo dice, el reserva moral de la nación - "la" reserva - matate, tinaja de roble! - débil hepático! pasaron 3 horas así
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